sábado, 5 de noviembre de 2016

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas


Lo llamativo del título, la bonita portada, el hecho de que estuvieran preparando su adaptación al cine... estos son algunos de los motivos que me animaron a decidirme a leer esta novela. 

Sin embargo, para evitar que le ocurra a nadie más, aclararemos que es una novela muy flojita, con argumento y final más que obvios, con situaciones repetitivas y con una protagonista que dan ganas de abofetear. A pesar de todo esto, si decides darle una oportunidad, para pasar el rato se deja leer. 

Sara es una plumista, que trata de triunfar en el mundo de los tocados y los adornos excéntricos, gracias al consejo que su amor platónico de juventud le dio la noche justo antes de desaparecer de su vida. Ese amor, por supuesto, aparece en el momento álgido de la novela, y convertido en prometido de su hermana pequeña. 

Los pensamientos de la protagonista, que se debate entre odiar al susodicho o declarase sin pensar en nadie más, así como su titánico esfuerzo por sacar adelante su negocio de plumas serán las tramas principales de la novela. 



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