Se trata éste, de nuevo, de un libro del género juvenil, pero recomendable para todos aquellos que quieran disfrutar de una entretenida y bonita historia.
Relata las historia del reino de Nortia, donde reside Viana junto a su padre, el conde de Rocagrís.
Como cada año, el rey invita a un gran banquete a toda la nobleza durante las fiestas del solsticio, y allí Viana descubre a Oki, un viejo juglar, que cuenta historias y leyendas de El Gran Bosque, aquél donde nadie se atreve a adentrarse y donde, según Oki, se encuentra la fuente de la eterna juventud.
Esa noche también irrumpe en la fiesta Lobo, un huraño que vive en las Montañas Blancas y que viene a avisar de la inminente invasión de los bárbaros.
Nadie le hace caso, pero meses después deben reconocer que Lobo estaba en lo cierto, y todos los caballeros del reino se ven obligados a enfrentarse en una terrible guerra. Harak y su ejército consiguen vencer, y los bárbaros dominan Nortia, su reino y a sus gentes.
Sin ni siquiera habérselo planteado Viana, se ve luchando junto a los rebeldes, defendiendo su pueblo y sus posesiones, osando incluso a adentrarse en El Gran Bosque en busca de armas que le ayuden en su misión. Todo parece complicarse cuando conoce a Uri y éste le muestra su pueblo, sus extrañas costumbres, y consigue ganarse el corazón de la muchacha.
Una preciosa historia de aventuras que habla del valor, la venganza, el honor, el amor y la lealtad.
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