Estamos ante una novela más bien rarita, que trata sobre un abuelo centenario que decide que no va a perder su tiempo encerrado en un asilo y se escapa a vivir la vida. Parece que lleva a la práctica esa frase de "añade vida a tus días si no puedes añadir días a tu vida". Además, en cierta manera, se trata de una novela histórica, pues da un repaso a los 100 últimos años de historia mundial, utilizando la sátira y el humor más irónico, pasando por la segunda guerra mundial e incluso nuestra propia guerra civil. De hecho, este "adorable" Allan viaja a Corea, Rusia, Francia y conoce a Truman, Mao, Stalin...
A lo largo del libro se cuentan tanto la aventura presente del centenario Allan, como su vida y experiencias en estos años. Y, pese a que en bastantes momentos se me ha hecho un poco cuesta arriba, con poco gancho y algo densa, a las pocas páginas siempre te cambia el humor y te deja un buen sabor de boca, pues disfrutas del sentido de la vida de Allan, un hombre despreocupado, ante todo optimista, sencillo, sin más aspiraciones que vivir tranquilo. Un hombre amigable, divertido, absolutamente apolítico y tremendamente sincero.
¡Espero vuestros comentarios si os animáis a leerlo para poder compartir! Para mí lo mejor, sin duda, el final.
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