Y, por fin, os traigo la última (hasta la fecha) entrega de la saga policíaca de John Verdon. Por si queréis releer las entradas anteriores os recuerdo que están aquí y aquí.
En esta ocasión, el detectivo retirado Gurney deberá ayudar a su colega en casos anteriores, ya que le debe un favor que desgraciadamente va a salirle caro... Acaban de condenar a una conocida multimillonaria por el asesinato de su marido, y ellos van a tratar de demostrar que ha sido injustamente, y que tanto las pruebas como los testigos han sido manipulados por un policía corrupto. Pero, como suele sucederle a Gurney, el caso no va a ser tan sencillo cómo esperaba... Tendrá que enfrentarse a policías corruptos, políticos alegales, la mismísima mafia rusa y hasta el propio Peter Pan. Para Dave no es tan sencillo como demostrar que el juicio no es válido. Para él es vital conocer la verdad. ¿Va a hacer que por un defecto de forma suelten a la calle a una asesina? ¿O había alguien más interesado en matar a ese pobre hombre? ¿Pero quién?
Como ya es habitual en Verdon, la intriga y el misterio se mantienen hasta la última página, haciendo que a medida que avanzas en la historia sea imposible dejarla. (3/5)