Joyas de mi biblioteca

Creo que, además de las novelas que voy leyendo, merecen un sitio especial en este blog esos libros que le dan carácter a mi biblioteca. Aquellos que definen la personalidad de su dueña. Ejemplares con historia, heredados o encontrados, o que simplemente caprichos que conquistan por el encanto que desprenden. 
Bien, pues estos son algunos de ellos: 

Colección Crisol

Lógicamente, la mayor parte de las joyas y libros más preciados de una biblioteca suelen ser heredados. Esto es porque lo que les confiere ese valor es su antigüedad, el valor sentimental, la historia familiar, ...
Por ello, este segundo apartado de la sección también va dedicado a unos volúmenes heredados, en este caso, de mi abuelo. 

Todos recordarán, o habrán visto en muchas ferias o librerías de viejo, o incluso en su propia casa esta graciosa biblioteca de clásicos españoles y extranjeros en tamaño reducido. Se tratan de los volúmenes de la Editorial Aguilar, colección Crisol, que datan de los años 60.
Mi abuelo la compró a plazos a un vendedor de aquellos que había a domicilio, cuando no podía ni imaginarse la existencia de internet y, mucho menos, la posibilidad de vender a distancia. 



Tiene la costumbre mi abuelo de regalarnos a sus hijos y nietos un ejemplar a nuestra elección en nuestros cumpleaños o fiestas señaladas. Esto tiene el inconveniente obvio de la "disolución" de la colección, y la ventaja de que todos podemos disfrutar de estos tesoros, y de un recuerdo suyo. Porque, por supuesto, mi abuelo es un hombre de los de antes, y si te regala un libro ¡no puede faltar su característica dedicatoria!


Otra vez Heidi

Este es uno de mis libros preferidos, aunque si lo buscáis en cualquier librería de viejo veréis que no es considerado como valioso. Imagino que la mayoría de las niñas de mi época disfrutaron lo mismo que yo con la serie de Heidi. Me encantaban sus historias, las veía cada día e incluso me las grababan. ¡Pues cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que ya mi abuela, de niña, conocía a Heidi! Este libro le perteneció a ella, es una edición de 1942, y unos de los libros más preciados de mi biblioteca.


3 comentarios:

  1. Que maravilla de libro. De 1942, si lo piensas Europa estaba en plena guerra mundial. Y con el valor añadido de ser herencia familiar…

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  2. A Heidi también lo leía de pequeña y la edición que tengo la recuerdo con mucho cariño aunque la tuya es mucho más antigua. 1942... sí que han pasado años!

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  3. Gracias por vuestros comentarios. Es un libro precioso, y una joya sobretodo por el valor familiar que tiene. Un saludo, y gracias por visitar mi blog!

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